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Fundador Mons: Ángel Riesco

Ilumina un nuevo camino de consagración y enriquece a la Iglesia con un Instituto que abre el cauce de la consagración secular a personas que, en aquella época, no tenían acceso a ninguna forma de vida consagrada.

El Señor le elige para un carisma netamente evangélico: También las enfermas, las que proceden de ambientes de pobreza cultural y económica, etc. si quieren ser santas y seguir a Jesucristo, pueden incorporarse al Instituto de Misioneras Apostólicas de la Caridad.

Don Ángel Riesco entiende que ellas son las que tienen más posibilidades de colaborar con Cristo en la Redención del mundo. Por eso las valora y distingue como a “Nuestras Mejores”.

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Etapas de la vida del fundador

Niñez

Seminarista_en_ComillasNace en Bercianos de Vidriales (Zamora) el 9 de julio de 1902, de una familia humilde y cristiana que tiene que emigrar a Argentina cuando el niño Ángel tiene 8 años. Allí aprenderá la sentencia leída en la fachada del Colegio:

«LO QUE MAS VALE EN ESTE MUNDO ES SER BUENO»

Alumno de la Universidad P. de Comillas destaca por su fidelidad a los dones recibidos de Dios, dejando en el Seminario la huella de joven piadoso y de grandes virtudes. Era de admirar su celo apostólico especialmente en la catequesis, misiones y apostolado eucarístico y mariano. Destaca también su amor a San José.

Su ordenación sacerdotal tuvo lugar el 25 de julio de 1926.

Su vida 3Coadjutor y ecónomo en La Bañeza, tuvo como “dedicación exclusiva” su entrega a la Iglesia en la Catequesis; en los pobres y enfermos; en los movimientos apostólicos, sobre todo A.C.; en la promoción de la vida espiritual y de consagración a Dios. Nombrado Vicario General, irradió a la Diócesis lo cultivado en La Bañeza.

En 1957 funda el Instituto Misioneras Apostólicas de la Caridad.

La Aprobación Pontificia fue concedida al Instituto el 15 de agosto de 1982. Promovido al Episcopado, fue consagrado como Obispo Auxiliar de Oviedo el 11 de mayo de 1958. Pasado poco más de un año, es trasladado a Tudela de Navarra (Pamplona). D. Ángel es Obispo en Tudela, pero Tudela sigue siendo administrada por el Arzobispo de Pamplona. Y así transcurren diez años en una dura prueba que superó viviendo lo que tantas veces repetía: “ES EL SEÑOR”. Su fe hizo que se mantuviera siempre con ánimo alegre hasta vivir con voto su alegría. En 1969 presenta su dimisión como Obispo de Tudela dedicándose al Instituto por él fundado.

Fallece el 2 de julio de 1972.

Se celebra su funeral en “olor de santidad”. El día 12 de octubre de 1995, se abre en La Bañeza su Proceso de Canonización, que se clausura el 1 de mayo de 1997, en el 40 Aniversario de fundación del Instituto. El 5 de julio de 2019, Su Santidad el Papa Francisco reconoce las virtudes heroicas de don Ángel, quien pasa a ser Venerable Siervo de Dios.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/6″][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_separator color=»custom» style=»shadow» el_width=»90″ accent_color=»#76c5f0″][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=»1/6″][vc_single_image image=»173″ img_size=»large» alignment=»center» style=»vc_box_rounded» onclick=»img_link_large» css_animation=»appear»][vc_single_image image=»158″ img_size=»large» alignment=»center» style=»vc_box_rounded» onclick=»img_link_large» css_animation=»appear»][vc_single_image image=»156″ img_size=»large» alignment=»center» style=»vc_box_rounded» onclick=»img_link_large» css_animation=»appear»][/vc_column][vc_column width=»1/6″][vc_single_image image=»172″ img_size=»large» alignment=»center» style=»vc_box_rounded» onclick=»img_link_large» css_animation=»appear»][vc_single_image image=»164″ img_size=»large» alignment=»center» style=»vc_box_rounded» onclick=»img_link_large» css_animation=»appear»][vc_single_image image=»157″ img_size=»large» alignment=»center» style=»vc_box_rounded» onclick=»img_link_large» css_animation=»appear»][/vc_column][vc_column width=»2/6″][vc_single_image image=»293″ img_size=»large» alignment=»center» style=»vc_box_rounded» onclick=»img_link_large» css_animation=»appear»][/vc_column][vc_column width=»1/6″][vc_single_image image=»168″ img_size=»large» alignment=»center» style=»vc_box_rounded» onclick=»img_link_large» css_animation=»appear»][vc_single_image image=»165″ img_size=»large» alignment=»center» style=»vc_box_rounded» onclick=»img_link_large» css_animation=»appear»][vc_single_image image=»160″ img_size=»large» alignment=»center» style=»vc_box_rounded» onclick=»img_link_large» css_animation=»appear»][/vc_column][vc_column width=»1/6″][vc_single_image image=»169″ img_size=»large» alignment=»center» style=»vc_box_rounded» onclick=»img_link_large» css_animation=»appear»][vc_single_image image=»159″ img_size=»large» alignment=»center» style=»vc_box_rounded» onclick=»img_link_large» css_animation=»appear»][vc_single_image image=»170″ img_size=»large» alignment=»center» style=»vc_box_rounded» onclick=»img_link_large» css_animation=»appear»][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=»1/6″][vc_single_image image=»162″ img_size=»large» alignment=»center» style=»vc_box_rounded» onclick=»img_link_large» css_animation=»appear»][/vc_column][vc_column width=»1/6″][vc_single_image image=»163″ img_size=»large» alignment=»center» style=»vc_box_rounded» onclick=»img_link_large» css_animation=»appear»][/vc_column][vc_column width=»1/6″][vc_single_image image=»161″ img_size=»large» alignment=»center» style=»vc_box_rounded» onclick=»img_link_large» css_animation=»appear»][/vc_column][vc_column width=»1/6″][vc_single_image image=»360″ img_size=»large» alignment=»center» style=»vc_box_rounded» onclick=»img_link_large» css_animation=»appear»][/vc_column][vc_column width=»1/6″][vc_single_image image=»166″ img_size=»large» alignment=»center» style=»vc_box_rounded» onclick=»img_link_large» css_animation=»appear»][/vc_column][vc_column width=»1/6″][vc_single_image image=»167″ img_size=»large» alignment=»center» style=»vc_box_rounded» onclick=»img_link_large» css_animation=»appear»][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_separator color=»custom» style=»shadow» el_width=»90″ accent_color=»#76c5f0″][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=»1/2″][vc_column_text]

Así le ven sus hermanos Obispos

“En mi trato con él descubrí gozosamente la hermosura de su alma: limpia, apostólica, sencilla, cordial… Serían muchos los adjetivos. Sentí verdadera veneración a su persona, me llenaba de amor a la Iglesia y me interpretaba acontecimientos con luz de fe…”

José Méndez, Arzobispo de Granada

“Fue un santo obispo… padeció sin duda alguna mucho. No le oí jamás una queja, con la ilusión que yo tenía de saber lo que le pasaba…”

Francisco Peralta, Obispo E. de Vitoria

“Las impresiones y opiniones que recibí siempre de parte de los sacerdotes de Oviedo, durante mis casi 12 años en aquella Diócesis fueron siempre de este estilo: “Era un santo”. “Tenía un especial carisma para los sacerdotes y seminaristas” “Era un hombre muy espiritual y sencillo”…

José Sánchez, Obispo de Sigüenza

“Puedo afirmar que SIEMPRE lo admiré como modelo de sacerdote, como un obispo humilde, muy espiritual. En todo ejemplar. Muy enamorado de los niños y de la juventud. Con una amabilidad conquistadora. Uno se sentía amado por él. Su sonrisa era ejemplar y transparencia de un alma de Dios. Un hombre lleno de paciencia, de prudencia… Yo me encomiendo a él. Llevo su fotografía en mis viajes y cuando la veo siento una gran emoción y una gran paz. Dios nos conceda verlo pronto en los altares”.

Mons. Tato, Obispo E. de Magangue (Colombia)

“En mis días de seminarista se hablaba entre nosotros del gran párroco que era D. Ángel. Y en Tudela dejó fama de santidad por su humilde sencillez y por su celo incansable”.

José Mª Cirarda, Arzobispo E. de Pamplona

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Monseñor Ángel Riesco Carbajo – Testimonios

“Él fue doctor de la facultad de la sonrisa, que cubría como blanca nube los sufrimientos de su corazón. Su rostro sonriente era el espejo de un alma dueña de sí misma”.

Mons. Briva Mirabent, (Astorga)

“Habiendo hecho voto de alegría, supo mantener, durante los once años de ministerio episcopal activo, el equilibrio personal en el plano humano y espiritual”.

Mons. Camilo Lorenzo (Astorga)

Recuerdo al Padre joven, y le recuerdo con aquella estela de santidad que iba dejando por donde pasaba. Ya tenía un porte señorial, no por la grandeza material, sino porque su persona irradiaba santidad a torrentes”…

Sor Celina Tejedor(Zamora)

”Cuanto más tiempo pasa más estamos convencidos de que D. Ángel era santo, santo de verdad, santo de altar, santo de virtudes heroicas, como se dice en el lenguaje de los procesos…”

Dámaso García, Pbt. (Salamanca)

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